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Cada exposición ofrece formas muy diversas de enseñarse, según los objetivos, el tipo de visitante y el tipo de exposición. ¿qué camino elegir?

Por Esteban Maciques Sánchez.

El carácter cambiante de la exposición, que atiende tanto a sus OBJETIVOS como a los tipos de visitantes y a los de la exposición misma, permite establecer parámetros generales que faciliten y hagan más efectiva la visita guiada. Pero estos parámetros siempre deberán adecuarse, personalizarse, moldearse y “recrearse” a los efectos de no hacer el recorrido de manera monótona, tediosa. La repetición de métodos es la mejor garantía que tenemos para provocar el desánimo, el desinterés y, por tanto, el abandono.

Por eso, siempre que estemos ante una exposición, debemos buscar nuestros medios más personales, dejar que nuestras vivencias, conocimiento y, ¡ojo!, nuestra gracia, nos lleven a producir en el visitante el logro de NUESTROS OBJETIVOS, como guía.

¿QUÉ CAMINO ELEGIR? No os preocupéis, si relacionamos los TRES GRUPOS DE OBJETIVOS, estos nos llevarán a decidir un camino que, por lo general, nos impone a los guías cambios y nuevas actitudes. Este camino tiene el valor de "obligarnos" a no ser aburridos, a no producir tedio, desánimo…ya sabemos.

Si le damos un valor absoluto a uno de estos TRES OBJETIVOS: O EXPOSICIÓN, O PÚBLICO O GUÍA, rompemos el efecto educativo de la exposición, que se logra, entre otras formas, atendiendo a esta relación, a esta imbricación.

Cuántos de nosotros no hemos asistido a visitas guiadas, en las que nos hemos encontrado a una persona -eso sí, muy culta y muy preparada- que nos ha "soltado el rollo de la exposición", y que sólo nos ha mirado a los ojos para decirnos buenos días, gracias y hasta luego. Este pudiera ser el resultado de la absolutización de los objetivos del contenido de la exposición, y nada más.

Desde luego, aquí no nos preparamos para ser ese tipo de guía.

Esta es la razón por la cual, en el momento de enseñar la exposición, no es suficiente con que "nos la sepamos" de arriba abajo. Es más, es preferible que la conozcamos justo en la medida en que estos conocimientos puedan responder al interés del visitante y a su porqué de la visita (sus objetivos). ESTABLECER EL VÍNCULO ENTRE LOS OBJETIVOS DE LA EXPOSICIÓN Y LOS DE LA VISITA ES EL PRINCIPAL OBJETIVO EDUCATIVO DEL GUÍA, PORQUE DE ESTE VÍNCULO DEPENDE TODO LO QUE PODAMOS HACER DESPUÉS.

Según los objetivos de la exposición, los objetivos de los visitantes, los objetivos del guía.

En artículos anteriores veíamos cómo la definición del itinerario a realizar, la activación de los conocimientos previos y las preguntas iniciales, son actividades que pueden desarrollarse gracias a una HILACIÓN de los OBJETIVOS:

OBJETIVOS
DE LA EXPOSICIÓN ------------ DEL GUÍA ----------- DE LA VISITA

 

El guía será, cómo no, el intermediario entre los objetivos de la exposición y los de la visita. Graduará los primeros de acuerdo con las necesidades de los segundos. Y sabemos que aquí no termina su función. El guía aprovechará los recursos didácticos que brinde la exposición, sorteará obstáculos de todo tipo y superará con su intervención las dificultades de comunicación y de formación.

Madrid, 2000-2005 arriba

 

 
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© Marlene García 2003 para José Ramón Alonso