ARTISTAS CUBANOS EN ARCO 2001

Por José Ramón Alonso Lorea.

Recién cerró sus puertas la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO 2001) en su vigésima edición. Una gigantesca expo-venta que, del 14 al 19 de febrero, encontró apretado cobijo en los pabellones 5 y 7 del parque ferial Juan Carlos I, en Madrid. Allí se encontraron 271 galerías, 106 españolas y 165 extranjeras, que exhibieron obras de las vanguardias históricas, modernas y contemporáneas, y una importante muestra de estéticas emergentes o experimentales.

La enorme exposición estuvo articulada en torno a cinco áreas fundamentales: Reino Unido - País invitado; Project Rooms Invitational - Algunas islas; Cutting Edge Invitational; Otras Galerías y Open Spaces. En torno a los nombres de las áreas antes citadas, me es imposible no adscribirme a lo dicho por José Jiménez: en ARCO "todo está filtrado por el inglés".

Reino Unido - País invitado

Este año ARCO tuvo como invitados a los artistas del Reino Unido. Más de treinta galerías británicas expusieron la más reciente producción artística de este país, producción entendida en estos momentos como la más innovadora de Europa. Fueron los comisarios de esta muestra Charles Esche, Mattew Higgs y Kim Sweet. Destacaron la galería Anthony Reynolds -con obras de Georgina Starr, Richard Billinghan y Mark Wallinger-, la galería Cabinet -con obras de Martin Creed y Garet Jones-, la galería Lisson -que expuso obras de Anish Kappor, Cristine Borland y Juan Muñoz entre otros- y la galería Emily Tsingou que se caracterizó por la diversidad de nacionalidades de los artistas que expuso y que laboran en Londres, poniendo de manifiesto la rica diversidad de propuestas que bullen en la capital británica.

No obstante lo reseñado, entre algunos críticos se ha generalizado la opinión de que la muestra del Reino Unido no cumplió las expectativas que había creado. Dos son las razones que se esgrimen: la ausencia de la obra más representativa de los polémicos yBa (young British artists), y la ausencia de importantes galerías británicas que decidieron no participar en ARCO.

Project Rooms Invitational - Algunas islas

Los project rooms constituyeron propuestas menos comerciales y de alto calibre conceptual. Fueron treinta y dos proyectos de artistas de diversas nacionalidades, generalmente instalaciones dentro de espacios personales cerrados (site-specific work) que fueron seleccionados por los comisarios Yuko Hasegawa, Rosa Martínez y Octavio Zayas. La selección, bajo el referente de "algunas islas", se hizo entre artistas provenientes de geografías insulares: Baleares, Cabo Verde, Cuba, Islandia, Japón, etc.

Una de las propuestas más originales y de mayor audiencia fue la del japonés Hiroyuki Matsukage (galería Mizuna Art de Tokio). A la entrada de su cuarto oscuro había una nota también en inglés: "En esta muestra tú puedes convertirse en la estrella. No el artista. En el espacio oscuro de la instalación, sólo brillará la luz de las estrellas. Y un punto de luz en forma de estrella te llevará al centro del espacio. Delante de ti tendrás un micrófono... Y también a la gran audiencia. Una audiencia de la que tú formas parte. El micrófono es para ti. Deberás gritar. Cuando lo hagas, unas luces se encenderán y el espacio se llenará de una respuesta eufórica. Verás millones de personas. Bellas chicas japonesas gritando para ti. Muchas de ellas estarán a punto de desmayarse. Cuando te identifiques como la estrella que tú eres, entonces encontrarás la gran respuesta. Será un hecho memorable para ti, como también para el artista".

Si bien tradicionalmente los artistas europeos y americanos han colmado los espacios de esta feria, vale mencionar la presencia con muchísima fuerza expresiva del arte asiático en esta edición de ARCO. Una producción que en buena medida ha perfilado su derrotero estético hacia la apropiación de la cultura de masas, principalmente la televisión, la imagen cinematográfica y los dibujos animados. Tal es el caso de Matsukage, Rawanchaikul o Tung-Lu Hung, respectivamente. Por cierto, para algunos críticos, la fuerza del arte asiático y su preferencia entre el gran público eclipsó un tanto la muestra del país invitado.

También, dentro de los project rooms, fue destacable la presencia de cinco artistas cubanos: Marta María Pérez (Galería Luis Adelantado, de Valencia), Quisqueya Enrique (galería Enrique Guerrero, de México), Tania Bruguera (Galería Vera Van Laer, de Bélgica), Luis Gómez (galería Bourbon-Lally, de Canadá) y Carlos Garaicoa (galería Faridet Cadot, de París).

Cutting Edge Invitational

Los cutting edge fueron espacios cedidos por ARCO a treinta y nueve galerías extranjeras, con el fin de que expusieran las más novedosas propuestas artísticas de sus respectivas regiones. El proyecto, dividido en varios apartados sobre otras tantas áreas geográficas –"Asian Party", "Caribe/Caribe", etc.- se basó en la selección que hicieron reconocidos comisarios.

La selección del área "Caribe/Caribe" se realizó bajo la colaboración de los comisarios Michelle Marxuach y Kevin Power. Y dentro de esta modalidad se expusieron las obras de seis artistas cubanos. Ibrahin Miranda, Belkis Ayón y Sandra Ramos por Galería Habana; y Esterio Segura, Carlos Estévez y Cirenaica Moreira por la galería La Casona.

Otras Galerías

Un extenso repertorio estético mostró el gran número de galerías participantes. Pinturas, esculturas, instalaciones, fotografías, obras gráficas, videoinstalaciones, obras acústicas y las más inimaginables formas del discurso artístico contemporáneo, con los más variados soportes incluyendo las nuevas tecnologías. No obstante, es la pintura la gran protagonista en estos espacios.

Del espectro de galerías cabe citar algunas consideradas clásicas y otras no tanto. La galería Gmurzynska, con obras de Klain, Malevich, Rodchenko, Arp, Moholy-Nagy y Torres García; la galería Lelong, con Scully; la Galerie de France, con Rebeca Horn; la galería Elba Benítez, con obras de Cristina Iglesia, Darío Urzai, Ernesto Neto y de Hernández-Díez; o la galería Pepe Cobo, con una muestra de Pepe Espaliú, Juan Muñoz y Cristina Iglesia.

Dentro de este espacio tan variopinto también fue considerable la presencia de artistas cubanos. Armando Mariño, Carlos Quintana, José Bedia y Alonso Mateo por la galería Ángel Romero. Kacho y Manuel Mendive por la galería Joan Guaita Art de Palma de Mallorca, y Lázaro García por la galería VAL l 30 de Valencia. Además, se pudo ver obras de Los Carpinteros, de Tomás Sánchez, de Juan Pablo Ballester, de Cruz Azaceta, de Ernesto Pujols, de Andrés Serrano, y hasta algunos pequeños y a veces dudosos lienzos de Wifredo Lam.

También vale destacar la importante presencia del "arte informático" o "arte para la red" por el cual puntuaron varias galerías. Tal es el caso de las galerías Tomás March y Shúppennauer, entre otras.

Open Spaces

Otra área que llamó la atención en esta edición de ARCO fue el Open Spaces. Un espacio abierto de mil quinientos metros cuadrados con esculturas e instalaciones presentadas por galerías nacionales y extranjeras, y una propuesta de integración al espacio público. Las obras fueron seleccionadas por los comisarios Alicia Murría y Mariam Navarro.

Indudablemente ARCO, en estos últimos veinte años, ha influido bastante en el cambio que ha tenido el arte en España, en la creación de nuevo museos y galerías de arte, en la difusión de la actividad artística y en la promoción de este patrimonio. Así también como en el trabajo de integración de los diferentes estamentos artísticos, como anotó la directora de ARCO Rosina Gómez Baeza, a saber: los críticos de arte, las galerías de arte y las instituciones de arte.

No obstante vale anotar que, al decir de la crítica que históricamente a seguido este evento, si bien ARCO sigue interesándose por un arte de vanguardia, ha evolucionado desde los excesivos discursos experimentales hacia soluciones estéticas más tradicionales. Nada nuevo si seguimos el curso que nos impone el mercado internacional del arte desde los años noventa. No por gusto en esta última edición de ARCO la pintura y los soportes tradicionales del arte impresionan por su protagonismo. Recordar que es esta una feria que debe vender –como todas las ferias- y las ventas de arte son proporcionales a los discursos históricos. Está claro que es más rentable invertir capital en objetos –si estetizados mejor- y no en conceptos.

Madrid, febrero de 2001.
Revista Hispano-Cubana, Nº.10, Madrid. arriba

 

 
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© Marlene García 2003 para José Ramón Alonso