Idolillos colgantes de piedra taínos. Composición
piramidal.
Por Esteban Maciques Sánchez.
Los idolillos colgantes de piedra con una composición
en pirámide invertida, son figuras que quedan inscriptas
en una pirámide que tiende a cerrarse en dirección
a su base, pies, y a abrirse a cada lado del cuerpo en líneas
tangenciales a los brazos. Ver figura 1.
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Figura 1. Idolillo inscripto
en una pirámide invertida. Croquis realizado a partir
de dibujos de Víctor Hernández González
y José Ramón Alonso Lorea, 1991.
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Se pueden dividir en dos subgrupos:
1- Con perforación transversal -eje X-
en cuello o boca. Ver lám.1,
lám.2,
lám.3,
lám.4,
lám.5,
lám.6,
lám.7,
lám.8,
lám.9,
lám.10,
lám.11,
lám.12a,
lám.12b,
lám.12c.
2- Con perforación posterior -eje X-.
Ver lám.13a,
lám.13b,
lám.14ab, lám.14cde,
lám.15ab.
La longitud promedio de estos ídolos es
de 46.81 mm., el ancho de 28.31 mm., y la profundidad de 18.62 mm.
Ver figura 2.
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Figura 2. Idolillos
piramidales superpuestos. A-Vista lateral. B-Vista frontal.
Croquis realizado a partir de dibujos de Víctor Hernández
González y José Ramón Alonso Lorea, 1991. |
Tienen como características distintivas
el ser singulares (un solo ídolo), sedentes (ver figura 3),
de brazos en jarra (con variantes de manos a los muslos, a la cadera,
al ombligo; en orden de prioridad), con perforación transversal
(eje X) en cuello o boca (sólo dos casos, lám.13a
y lám.13b,
presentan un perforado posterior).
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Figura 3. Posición
sedente de los idolillos piramidales. Croquis realizado a
partir de dibujos de Víctor Hernández González
y José Ramón Alonso Lorea, 1991. |
Antes de continuar hay que decir que se utiliza
el carácter "sedente" en oposición al término
"acuclillado", utilizado por algunos especialistas para
definir la postura de los ídolos (1).
Lejos de reproducir una posición cotidiana, los cemíes
aparecen en una inmovilización sacra ("El hombre está,
salvo raras excepciones, representado en un estado de inercia mental
y física". Hostos, 1941, pág. 61), totalmente
antinatural, pues los glúteos no sólo no descansan
en los tobillos, sino que el ángulo formado por piernas y
glúteos es casi de 90 grados, semejante al de una persona
que descansa sentada. Si conocemos por cronistas y por el arte rupestre
(Pagan, Dato y Manuel García, 1980) de la utilización
de los duhos o asientos ceremoniales en los distintos ritos taínos,
no es de extrañar que la posición del cemí
pueda remedar la del behique o la del cacique en estos menesteres
(2). Ver figura
4.
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Figura 4. Idolillo 411 MAM
( lám.1)
sentado idealmente en un esquema del duho de Santa Fe, Cuba.
Croquis realizado a partir de dibujos de Víctor Hernández
González y José Ramón Alonso Lorea, 1991. |
No resulta del todo descabellado esta idea si pensamos,
primero, en la dificultad técnica que entrañaría
la talla de una pieza micro y monolítica con asiento incluido
y, segundo, en lo poco manejable que sería el colgante a
la hora de atarse en los distintos lugares a que se destinaba. Esto
último pudiera justificar la ausencia del duho en los idolillos
y la permanencia de la posición sedente.
Los ídolos de composición en pirámide
invertida se corresponden con los naturalistas por excelencia, con
presencia balanceada de volumen e incisión. Entre sus características
más relevantes están:
-sentido escultórico;
-rasgos generales marcadamente antropomorfos;
los elementos zoomorfos son dudosos y se integran a un cuerpo antropomorfo;
-tocados con decoración geométrica,
unidos a orejeras en volumen y a frente incisa o en alto relieve;
-ojos en cuenco (lám.1),
antifaz continuo (lám.6),
antifaz con cuenco (lám.12a),
cuenco con reborde (lám.9);
-boca halada o tirante hacia las comisuras con
sus distintas variantes: en banda (lám.1,
lám.3,
lám.4,
lám.10,
etc.), como la predominante; halada vacía (lám.5)
y profunda (lám.11),
con doble línea incisa (lám.13a);
en tres casos con labios y dientes (lám.1,
lám.3
y lám.6),
en dos casos con labio superior y dientes (lám.12b
y lám.9),
y en los restantes casos con dientes (con excepción de lám.13a,
lám.5
y lám.11).
Salvo dos excepciones vistas (bocas vacía e incisa) los dientes
aparecen en dos hileras y son expresión no sólo del
realismo de estos ídolos sino, aun más, del expresionismo:
el idolillo de la lám.12a
presenta dos hileras cada una con 23 dientes. La importancia simbólica
de la presencia de dientes en los cemíes taínos -encontrados
aun en forma de dentaduras aisladas en concha, oro y otros materiales-
se pierde en el pasado;
-mentón prominente en volumen. Es común
a todos estos ídolos que los rasgos generales de la cabeza,
antes descriptos, se integren en una forma sugestiva de máscara.
-tronco y pecho naturalistas, en volumen;
-otro rasgo predominante en este grupo es la
presencia de axilas (lám.3),
y de costillas tanto incisas como en volumen, que en número
promedio de dos derechas y dos izquierdas aparecen bien en el pecho
(lám.4,
lám.5,
lám.6),
bien en el pecho y en la espalda (lám.2,
lám.3,
lám.12b).
Las costillas se reportan en otros materiales (cerámica,
e.g.) como indicador de personaje distinguido;
-abdomen en volumen;
-ombligo en aro y cuenco;
-brazos siempre en jarra, con manos a los muslos,
al ombligo, a la cintura. Porque consideramos que la posición
de los brazos en estos y otros ídolos no es azarosa, sino
que responde a poses bien definidas en el ritual, hemos querido
reproducir en un ídolo las distintas variantes observadas
en todos ellos. Ver figura 5.
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Figura 5. Sobre el idolillo
411 MAM ( lám.1)
reproducción ideal de las variantes de posición
de los brazos que consideramos responden a poses bien definidas
en el ritual. Croquis realizado a partir de dibujos de Víctor
Hernández González y José Ramón
Alonso Lorea, 1991. |
-manos con muñeca, dedos y falanges (solo
en lám.12b
se reproducen los cinco dedos naturales);
-piernas en posición sedente con pies
unidos y rodillas (ver figura 6);
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Figura 6. Idolillos
sentados idealmente en un esquema del duho de Santa Fe, Cuba.
Refiriéndose al ceremonial de la cohoba cuenta Las
Casas que "Comenzaba el rito por el cacique (todos sentados
en duhos), se estaba un rato con la cabeza vuelta y los
brazos encima de las rodillas, luego alzaba la cabeza
al cielo, diciendo algunas palabras que parecían
oraciones..." (Las Casas, 1876, p. 468-469; subrayado
EMS). Croquis realizado a partir de dibujos de Víctor
Hernández González y José Ramón
Alonso Lorea, 1991. |
-dedos de los pies delimitados, y en algunos
casos vueltos a tallar por haberse fracturado la pieza (lám.4);
-sexo por lo general impreciso, con la excepción
de lám.12a
(femenino);
-ornamentos: tocado en volumen, a manera de bonete
doble (con variantes), de un bonete; orejeras prominentes en aro,
en ocho, en cuenco, etc.; ligas incisas y en volumen en brazos y
en piernas: en las incisas aparecen motivos geométricos de
líneas y puntos que recuerdan la decoración de la
cerámica chicoide, ya vista como referida por Sanoja a una
tradición continental. Al corresponder los idolillos cubanos
a sitios fundamentalmente subtaínos (tradición meillacoide,
de desarrollo caribeño) la presencia de decoración
cercana a la chicoide pudiera ser un índice de contaminación
estilística, y un elemento más a favor de la unidad
cultural del aruaco insular. Si esto es así, no es exactamente
justa la aseveración de Loven (1935, pág. 604): "Las
imágenes de piedra cubanas, cada una diferente de las restantes,
pueden ser consideradas como subtaínas, tanto por ser resultado
de la mencionada artesanía, como por no exhibir ninguna alta
cualidad de la cultura taina";
-es común a todos los idolillos la ausencia
de un trabajo detallado en la espalda, con excepción de las
costillas y los glúteos (tanto esquemáticos como naturalistas).
Este rasgo ha permitido pensar que descansaran (pegados o apoyados)
sobre otra superficie. La espalda cóncava está ausente
en estas piezas y la convexidad, exactamente, sólo aparece
en escasas figuras. Esta última característica, por
cierto, teniendo en cuenta la posición sedente de los ídolos
y el aplanamiento de la frente, típico del hombre taíno
(como resultado de una deformación craneana artificial, llamada
fronto occipital oblicua), no facilitaría entenderlos como
colgantes frontales. De ser así, sólo se verían
en un primer plano las plantas de los pies de las estatuillas.
Uso probable a partir de las perforaciones que
presentan: colgantes pectorales.
Notas.
(1)
"Las poses pueden dividirse en dos tipos, la real y la fantástica
(...) En el segundo (...) podemos relacionarlos con datos de interés
etnológico. Se conoce que indios de Puerto Rico y de Santo
Domingo se sentaban sobre sus talones en ratos de ocio y se contaban
historias por horas." (Hostos, 1941, pág. 72)
(2)
Tradicionalmente y por arqueología comparada, se ha llamado
"fetal" a la posición que adoptan los esqueletos
en ciertos entierros taínos, mientras que en otros casos
se reconocen como sedentes. ¿Pudieran ser estas posiciones
extensión de los hábitos rituales a los cultos funerarios,
especialmente en determinados personajes de importancia tribal?
Fuentes.
HOSTOS, Adolfo (1941): Anthropological papers,
Bureau of Supplies, Printing and Transportation, Sn. Juan, Puerto
Rico.
LAS CASAS, Fray Bartolomé (1876): "Apologética
Historia", Historia de las Indias, Imprenta de Miguel
Ginesta, Madrid, España.
LOVEN, Sven (1935): Origins of the tainan culture,
West Indies, Goteborg.
MONTÁS, Onorio (1983): Arte taíno.
Banco Central de la República Dominicana, República
Dominicana.
PAGAN Perdomo, Dato y Manuel García Arévalo
(1980): "Notas sobre las pictografías y petroglifos
de las Guacaras de Comedero Arriba y el Hoyo de Sanabe, República
Dominicana". En: Boletín del Museo del Hombre Dominicano,
no.14, año IX, p.13.
VÁZQUEZ, Rosaura (1980): "Tres ídolos,
ensayo acerca del arte aborigen cubano". En: Cuba arqueológica
II,. ed. Oriente, Santiago de Cuba.
La Habana, 1992.
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