Función de los idolillos colgantes taínos.
Por Esteban Maciques Sánchez.
Al referirme a cada tipo de ídolo he hablado,
por simple apreciación, de una posible función a partir
de las perforaciones. Ahora bien, se ha recogido una información
de especial valor que debe tenerse en cuenta, a la hora de hablar
sobre cómo estos talismanes fueron llevados.
Sven Loven (1935, p. 580) afirma: "Entre los
caribes insulares, como entre los taínos, no era inusual
que el hombre común llevara sobre sí un pequeño
ídolo. Los caribes insulares se ponían, colgando del
cuello, una imagen que representaba el espíritu del mal,
una imagen de Mapoya tallada en madera. Las pequeñas imágenes
fueron llevadas por los haitianos no sólo colgando del cuello,
sino también de la frente, especialmente cuando iban a la
guerra". Y continúa diciendo: "La diferencia de
concepciones religiosas entre los caribes isleños y los taínos
aparece aquí de manera evidente. Los primeros llevan consigo
la protección de un espíritu del mal, o demonio, para
provocar terror o poderes maléficos entre los enemigos. En
cambio, el taíno portaba consigo un cemí, esto es,
una estatuilla de un espíritu benéfico, a manera de
compañero o para que le inspirase coraje en la guerra".
Aunque Loven no indica la fuente de donde extrajo
las anteriores afirmaciones, éstas encajan, perfectamente,
en el espíritu de dos pueblos que tenían ante la guerra
posiciones bien distintas. No en balde los taínos llamaban
a sus dioses con el término cemí. En "True
Arawak" indica un espíritu benevolente y también
"ser dulce o delicado", según cita de De Goeje
en Loven (1935, p. 578). El colgante taíno, guiados por este
razonamiento, tenia en la guerra una utilidad eminentemente defensiva.
La definición de ídolos como colgantes
frontales no es tan evidente como indica el propio Loven, quien
lo refiere de Fewkes (op. cit. p. 608-609). Nosotros hemos hallados
suficientes muestras de ídolos que, por tener una concavidad
en la espalda, no se adaptan a la forma huidiza (deformada) de la
frente taína, por una parte y, por otra, que el trabajo de
decoración en tocados y de talla en glúteos y costillas
supone cierta preparación de la figura para ser vista por
la parte posterior.
Los ídolos piramidales pueden ser colgados
por sus distintos orificios, aun por los brazos en jarra, frecuentes
en ellos; de tal manera, podrían prestarse para aparecer
en diversas partes del cuerpo como las muñecas e incluso
los tobillos. Los ídolos tubulares, por presentar con frecuencia
una perforación vertical (Y), se han querido ver como contenedores
de plumas para el ornato del propio cuerpo; sin embargo no hay constancia
de tal empleo. Quizás, la última palabra, en este
sentido, la dé un estudio microscópico de las huellas,
que deben haber quedado en dichos orificios.
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Figura A- Idolillo piramidal
perteneciente a la Colección Museo Antropológico
Montané, Universidad de La Habana. Figura B- Idolillo
tubular perteneciente a la colección Gabinete de Arqueología
del Historiador de la Ciudad de la Habana. Croquis realizado
a partir de dibujos de Víctor Hernández González
y José Ramón Alonso Lorea, 1991. |
El sentido de estas estatuillas, como talismán
o preservador, se hace más evidente si tenemos en cuenta
el carácter animista de la religiosidad y de la mitología
taína.
Ciudad de La Habana, 1992.
Fuente.
LOVEN, Sven (1935): Origins of the tainan culture,
West Indies, Goteborg.
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