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CEMI (Calculador en Estética y Morfología de Ídolos).

Por Esteban Maciques Sánchez.

Treinta y siete idolillos colgantes de piedra taínos, originales, han sido sometidos a un riguroso trabajo de medición a fin de almacenar y de procesar esta información por medio de un sistema computacional llamado CEMI (Calculador en Estética y Morfología de Ídolos), aun en proceso de puesta a punto, elaborado por F. 0. Martínez y el que escribe. El mencionado sistema, concebido para un estudio estadístico y de proporciones en escultura, permitirá establecer constantes numéricas y regularidades del comportamiento de la talla y del estilo.

Se ha partido, para este estudio, de tres colecciones cubanas fundamentales: la del Museo Antropológico Montané de la Universidad de La Habana (MAM), que cuenta con seis ejemplares; la del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (GA), con diez ejemplares; la de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC), con dieciocho ejemplares. También se trabajó con tres piezas del Museo Provincial de Holguín (MPH).

De igual forma se ha contado con dos importantes fuentes de información sobre el objeto de estudio: la primera, la colección de reproducciones y el catálogo de idolillos de la profesora Caridad Rodríguez; la segunda, los calcos y fotos de ídolos que aparecen referidos en buena parte de la bibliografía arqueológica antillana y las fotos en el archivo del Museo Antropológico Montané. Estas dos fuentes de información se han utilizado, sobre todo, en el análisis del comportamiento cualitativo más general y de composición de los ídolos, no así en lo cuantitativo, para lo que sólo se han tenido en cuenta los originales.

Más de treinta idolillos taínos en reproducciones y calcos, sumados a los treinta y siete de las Instituciones antes mencionadas, hacen una cantidad que entiendo confiable para la representatividad de este estudio. Aunque no se abarcan los idolillos colgantes en concha u otro material, se refieren cuando es necesario.

La longitud promedio de los idolillos colgantes, según la muestra, es de 49.48 mm., el ancho de 24.27 mm., la profundidad de 19.24 mm. Estas dimensiones son propias de verdaderas esculturas en miniaturas que, habida cuenta del acabado formal de buena parte de ellas, pueden entenderse como exponentes de un total dominio de la talla en roca, adquirido en cientos de años. No puede explicarse la aparición de las esculturillas en piedra como una mera traslación de las técnicas de la talla en madera (bien específicas) a la roca. Estamos de nuevo bordeando el problema de los ancestros de estos objetos. Cabe preguntarse, ¿en sólo quinientos, mil años, se desarrolló "endémicamente" un arte lapidario que por su acabado y detallismo puede considerarse verdadera joya del arte universal? La respuesta afirmativa parece discutible. La negativa nos lleva a otra interrogación sin respuesta, ¿entonces, de dónde se parte, cuál es la influencia o el impulso decisivo?

Volvamos a la forma. Puede afirmarse que la composición general de los ídolos colgantes de piedra es cerrada, y esto es un rasgo común a toda la escultura taína, con independencia del material en que aparezca; las líneas que estructuran la figura convergen sobre ella misma. Estas líneas están precisadas por los contornos de brazos, piernas y cuerpo en general. La composición cerrada de los idolillos permite que éstos puedan concebirse, idealmente, como inscriptos a figuras geométricas.

A pesar de haber sido creados para llevarse sobre el pecho, la frente, etc., los pequeños ídolos aparecen tallados en todas sus vistas, hecho que subraya su valor escultórico. El sentido escultórico de los colgantes -aunque en su uso no pudiera apreciarse- se explica como la traslación a la miniatura del cuerpo íntegro de una escultura mayor, de una deidad o cemí (1). A este hecho puede agregarse también el respeto a determinadas normas de proporción y simetría.

La simplificación -esquematización y abstracción- del sentido escultórico naturalista (si viéramos un movimiento de lo figurativo naturalista a la estandardización esquemática), unida a las modalidades composicionales que parten de las características estructurales generales, antes señaladas, han hecho posible un ordenamiento formal de la muestra en cinco grupos fundamentales. (2)

Para esta distinción he tenido muy en cuenta los distintos tipos de perforación y, sobre todo, sus lugares de aparición; ya que estaban destinados a ser colgados, la perforación es el indicativo físico de esta función: se ha podido comprobar un determinado comportamiento de la perforación en relación con el diseño de los ídolos. Los grupos composicionales son:

a. COMPOSICIÓN EN PIRÁMIDE INVERTIDA.
b. COMPOSICIÓN TUBULAR O EN CILINDRO.
c. COMPOSICIÓN EN PRISMA.
d. COMPOSICIÓN EN ELIPSE.
e. COMPOSICIÓN EN DISCO.

Figura a- Idolillo piramidal. Figura b- Idolillo tubular. Figura c- Idolillo en prisma. Figura d- Idolillo elíptico. Figura e- Idolillo discoidal. Croquis realizado a partir de dibujos de Víctor Hernández González y José Ramón Alonso Lorea, 1991.

Ciudad de La Habana, 1992.

Notas.

(1) volver “A estos simulacros los indígenas llaman zemes, de los cuales los más pequeños que representan a los diablos chicos, cuando van a pelear con los enemigos se los atan a la frente; por eso están atados con los cordeles que viste." Pedro Mártir, en Pané (1974, p. 91). Subrayado EMS. (N. de A.).

(2) volver Las distintas clasificaciones de los idolillos, que hemos podido consultar, oscilan entre las que a continuación reseñamos: Loven (1935, p. 609) divide los idolillos, cualquiera que sea el material, en dos grupos; 1. los de ojos saltones, manos al estómago, piernas sedentes, parte posterior convexa, "con marcada semejanza con las figurinas mixtecas"; 2. mujeres; brazos a la cabeza, piernas retraídas, rodillas proyectadas a cada lado. A la luz de los conocimientos actuales, estas características señaladas son intercambiables, en alguna medida, y el segundo grupo (mujeres) ya no se puede considerar como de ídolos femeninos, pues ya se saben masculinos (ver idolillos elípticos). También existen otras tendencias de ordenamiento (no sólo válido para los idolillos) que atienden al carácter antropo, zoo o antropozoomorfo de las estatuillas (Baztan, 1971-1972, p. 216 y sgtes.). El carácter totémico y el animismo, de lo que son expresión los ídolos colgantes, han hecho que tengamos como poco confiable estas características, de no siempre segura apreciación externa: "Las cuentas más rudimentarias, además de ornamentales, eran auténticos amuletos". (Baztan, op. cit., p. 223-224).

Fuentes.

BAZTÁN Rodrigo, Francisco Javier (1971-1972): "Los amuletos precolombinos de Santo Domingo", Revista Dominicana de Arqueología y Antropología, jul.-dic., en.-jun., Año II, Vol. II, num. 2 y 3, pp. 196-293.

LOVEN, Sven (1935): Origins of the tainan culture, West Indies, Goteborg.

PANÉ, Fray Ramón (1974): Relación acerca de las antigüedades de los indios, ed. siglo XXI, México. arriba

 

 
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© Marlene García 2003 para José Ramón Alonso